Mi nombre es
Leidy Gil Betruz, nacida y criada en la ciudad de Montería. Soy abogada, mujer
de fe, y tengo 46 años. Me apasiona la moda, la decoración y la naturaleza;
encuentro en ellas formas de expresión, belleza y conexión con lo esencial.
Dios y mi familia
son mi mayor motivación. Mis valores están profundamente anclados en el
respeto: hacia mí misma y hacia los demás, y en la capacidad de ver lo bueno en
cada persona.
Hubo un momento
en mi vida en el que estuve a punto de renunciar a mi carrera profesional. Sin
embargo, un peso en mi conciencia me hizo detenerme y recapacitar. Con la guía
de Dios, a través del rezo del Santo Rosario de la Divina Misericordia,
reencontré mi camino. Organicé mis ideas, mi entorno y mi tiempo. Pedí a Jesús
que me regalara una compañera de estudio… y me dio no una, sino dos. Ellas
fueron un gran apoyo, pero fue la oración, la disciplina y el compromiso con mi
propósito lo que me permitió alcanzar excelentes resultados. Hoy, más que una
abogada, soy testimonio de que la fe, la organización y la perseverancia
transforman vidas. Y la mía es prueba de ello.
Como muchas
personas, he enfrentado retos internos que no siempre se ven desde afuera. Uno
de esos retos ha sido mi relación con la tecnología. Por mucho tiempo le tuve
temor e incluso cierto desinterés a todo lo relacionado con el internet y las
herramientas digitales. Ese bloqueo no solo limitó mi crecimiento profesional,
también afectó mi confianza en el entorno laboral. Hoy reconozco esa debilidad,
pero ya no desde la culpa, sino desde la decisión de cambiar. Quiero —y anhelo
profundamente— superar esa barrera, abrirme al aprendizaje digital, y hacer de
la tecnología una aliada para mi vida profesional como abogada y para mis
proyectos personales. Estoy lista para aprender, explorar y equivocarme si es
necesario, porque cada paso que dé será una semilla sembrada hacia la
independencia que tanto deseo. La independencia de confiar en mí misma, de
manejar mis propias herramientas, de crecer sin depender de otros para avanzar
en lo digital.